Colombia es un paraíso para los observadores de aves. Con un creciente número de especies de aves que casi llega a las 2.000, el país con mayor diversidad de aves del mundo sigue regalando alegrías a los amantes de la naturaleza. Podría dedicar años a explorar los rincones ocultos de Colombia y aún no haber arañado más que la superficie. Sin embargo, merece la pena que los amantes de la naturaleza que visitan Colombia den prioridad a ciertos lugares.
La Ruta de los Andes Occidentales y Centrales
Una ruta de 10 días por los Andes Occidentales y Centrales es la perfecta introducción a los paisajes y ecosistemas colombianos. Puede empezar en las onduladas montañas del sur de Antioquia, donde podrá disfrutar del canto del gallito de las rocas antes de recorrer una finca cafetera en activo y explorar la ciudad patrimonio de Jardín.
Más al sur se encuentra Manizales, una vertiginosa ciudad universitaria rodeada de algunos de los mejores lugares para la observación de aves de Colombia, como las famosas estaciones de alimentación de los gralaríidos de Río Blanco y los páramos del Parque Nacional de los Nevados, donde podrá ver a los cóndores elevarse sobre los picos volcánicos nevados. El viaje termina en el cénit, con la asombrosa biodiversidad de la carretera de Montezuma, donde se han registrado más de 600 especies de aves, entre ellas la tángara del Tatamá, el pinchaflor ventrirrufo y el colibrí del sol.
Inírida
La Amazonia colombiana es un tesoro de aves raras, mamíferos y culturas indígenas únicas, y no hay ningún lugar mejor para experimentar esta embriagadora mezcla que Inírida. Esta pequeña ciudad ribereña es ideal para explorar una mezcla de hábitats, como el bosque de arena blanca y rarezas regionales como el pájaro capuchino y el cotinga pompadour.
A un par de horas al sur siguiendo el curso del río Inírida, se encuentran las majestuosas colinas de Mavecure, tres de los restos más occidentales del Escudo Guayanés. Una excursión al amanecer por estas colinas, con el sol elevándose sobre la interminable extensión del Amazonas y los halcones pechinaranjas revoloteando por encima, es una de las experiencias de viaje más inolvidables de Colombia.
Los vastos Llanos Orientales de Colombia se están convirtiendo rápidamente en uno de los principales destinos de observación de fauna silvestre en Sudamérica. Los jaguares y los pumas acechan los bosques ribereños, mientras que los osos hormigueros gigantes, los capibaras y los tamandúas desfilan por las praderas azotadas por el viento. Los lagos y los ríos albergan nutrias gigantes y grandes bandadas de aves acuáticas, vigilados siempre por los ojos brillantes de caimanes y anacondas.
Los Llanos son el sueño de los fotógrafos de fauna silvestre, mientras que los verdaderos aficionados a la ornitología disfrutarán con el avistamiento de especies de rango restringido como el jacamará acollarado y el bienteveo barbiblanco. Un paseo a caballo acompañado de vaqueros colombianos es una forma única de experimentar de primera mano la vida silvestre de las llanuras, o para quienes les apetezca algo más relajado, siempre está la opción de un safari en jeep descapotable.
Descubriendo la
costa del Pacífico
La costa del Pacífico de Colombia contrasta fuertemente con la más accesible y turística del Caribe: prácticamente sin acceso por carretera, este salvaje tramo de costa se caracteriza por una densa selva tropical, playas de arena negra empapadas por la lluvia y ríos fangosos que bajan serpenteando desde las montañas envueltas en niebla antes de fundirse con el oleaje incesante. También es una de las regiones con mayor biodiversidad de Colombia. Visítelo entre junio y octubre para ver de cerca a las ballenas jorobadas, o de septiembre a diciembre para presenciar el desove de las tortugas oliváceas.
Durante todo el año, los amantes de la naturaleza pueden disfrutar del avistamiento de especies de aves especiales como el sapayoa, el zafiro de Humboldt y la oropéndola del Baudó, así como de caminatas por la selva en busca de coloridas ranas flecha venenosas. Los viajeros aventureros pueden incluso tomar una clase de surf. Puede terminar el día en uno de los ecolodges de la región, frente a la playa, tomando cócteles tradicionales locales al embriagador ritmo del currulao y la marimba.
Ruta de Aviturismo del Caribe Colombiano
La costa caribeña de Colombia es un paraíso de playas de arena blanca, deliciosos mariscos, ciudades románticas como Cartagena y Santa Marta, y algunos de los mejores lugares del mundo para observar aves. La Sierra Nevada de Santa Marta ha sido reconocida como uno de los ecosistemas más irremplazables del mundo por su elevada concentración de especies endémicas de flora y fauna.
Esta zona se encuentra en el corazón de la Ruta de Aviturismo del Caribe Colombiano, que incluye los desiertos costeros de La Guajira y el Parque Nacional Tayrona. Solo en las montañas de Santa Marta se pueden encontrar 28 especies de aves endémicas. Los visitantes pueden avistar titís de cabeza blanca, quetzales de punta blanca y cotorras de Santa Marta antes de disfrutar de un baño en el Caribe o de una visita a un campo de cultivo de cacao. Y no hay ningún otro lugar en la tierra donde pueda estar con los pies en las cálidas olas del Caribe, contemplando los picos de las montañas nevadas en la distancia.
Déjese inspirar por los Birders y su viaje melódico por el norte de Colombia
La capital de Colombia,
Bogotá
La capital de Colombia se ha convertido en los últimos años en un centro cultural y gastronómico. Además, resulta ser la base perfecta desde la que explorar una serie de hábitats, como los páramos andinos, los bosques nublados y los bosques secos tropicales. Puede pasar los días explorando el Parque Nacional de Chingaza, el Parque de Chicaque y el Lago Tabacal en busca de aves endémicas, perezosos y osos andinos, antes de cenar en algunos de los mejores restaurantes de Sudamérica o asistir a un espectáculo de salsa o cumbia en directo.
Ni siquiera necesita salir de la ciudad para tener encuentros mágicos con la fauna. La endémica tingua bogotana se puede ver en el parque de La Florida, mientras que un ascenso en teleférico al monte Monserrate al amanecer recompensará a los madrugadores con vistas de cerca del surrealista colibrí de pico de espada.
© Colibrí chivito (Oxypogon
guerinii) – Manakin Nature Tours
Acerca de
Chris Bell:
Chris Bell es un escritor y observador de aves inglés que vive en Colombia desde 2011. Ha trabajado como editor del mayor blog de viajes bilingüe de Colombia, The Colombia Travel Blog, y ha contribuido con contenidos a Culture Trip, World Nomads, Uncover Colombia, National Geographic Traveler, The Bogota Post y CNN. Actualmente trabaja como jefe de contenidos de la productora colombiana WhereNext y presenta un podcast de vídeos sobre observación de aves en YouTube, The Birders Show. La observación de aves es su mayor pasión y ha viajado a los 32 departamentos colombianos, observando por el camino más de 1.300 especies de aves. Chris Bell confía en sus NL Pure 8x42 para sus aventuras ornitológicas.