Comenzó en la antigua Grecia
Los primeros tratados sobre el fenómeno de la luz datan de la Antigua Grecia; los grandes filósofos como Aristóteles y Platón le dedicaron estudios pormenorizados. La Óptica de Euclides, primer tratado que planteó los principios matemáticos de la óptica, se escribió entorno al 300 a. C. y asentó las bases para todos los trabajos posteriores sobre la materia. En aquella época, la óptica se consideraba principalmente como la ciencia de la visión. Muchos teóricos antiguos postularon que el ojo envía una especie de rayo visual que incide sobre los objetos y los hace visibles.
Los descubrimientos de los griegos fueron posteriormente ampliados por estudiosos árabes. Con su Libro de Óptica, Ibn al-Haytham, también conocido como Alhazen, presentó un tratado que permanecería como referente durante muchos siglos. Su conclusión fue que la visión se basa en los rayos de luz que entran en el ojo. El Renacimiento fue el punto de partida de un firme propósito de observar y registrar la naturaleza. Los descubrimientos de la época revolucionaron el mundo en muchos sentidos, incluyendo el campo de la óptica.
Se establecieron importantes hitos en la óptica por eruditos como Leonardo da Vinci (quien inventó una máquina para pulir lentes y espejos cóncavos), Francesco Maurolico (primera persona en identificar el funcionamiento de las lentes del ojo), y Giovanni Battista della Porta (quien descubrió que la hipermetropía y la miopía se pueden corregir con lentes).
Los primeros telescopios
El telescopio fue un invento óptico que, literalmente, expandió nuestros horizontes y cambió significativamente nuestra visión de las estrellas. Los primeros experimentos fueron realizados en Holanda alrededor del 1600, cuando se colocó una lente detrás de otra. Resulta fascinante pensar que se tardara tanto en dar con esta idea tan simple. Galileo Galilei conoció la noticia y empezó a crear lentes adecuadas en sus talleres de soplado de vidrio de Venecia.
El telescopio de Galileo Galilei.
La disposición de las lentes
Grabado que representa la disposición de las lentes del telescopio de Galileo Galilei. Contaba con dos lentes convexas dobles. Galileo Galilei (1564-1642) polímata, físico, filósofo, matemático y astrónomo italiano. Fechado en el siglo XIX. (Foto de: Universal History Archive / Universal Images Group a través de Getty Images)
Siglo XVII
Los telescopios de Galileo y Newton
Fabricadas en 1923 y 1924, respectivamente, son réplicas de los telescopios inventados por Galileo en 1609 y Sir Isaac Newton en 1668. El telescopio de Galileo (derecha) usa lentes para ampliar unas 21 veces, pero ofrece una imagen muy restringida, de modo que solo podía ver alrededor de un tercio de la Luna. El telescopio Newtons (izquierda) utiliza un espejo cóncavo en lugar de una simple lente para recoger la luz, produciendo un color falso debido a la dispersión de la luz. Para usar el telescopio, el observador mira a través de un ocular en un lateral del tubo. El camino de la luz se refleja tanto en el espejo primario como en uno secundario plano cerca de la parte superior de la entrada del tubo. (Foto de SSPL/Getty Images)
Nace la era de la Astronomía moderna
En 1609 Galileo Galilei construyó su propio telescopio con 20 aumentos y pronto se percató de lo útil que podía resultar para otear embarcaciones enemigas en el horizonte. En diciembre del mismo año, Galileo apuntó por primera vez su telescopio hacia los cielos. Ahí nació la era moderna de la astronomía y, 300 años después, todavía produjo la misma fascinación a Wilhelm Swarovski.